viernes, 31 de agosto de 2012

Experimentos psicológicos reveladores: conformidad

CONFORMIDAD: "no creas lo que ven tus ojos"

De la teoría de la identidad social, los psicólogos tomaron el dinamismo y los prejuicios de los grupos, y lo natural que es para éstos evocar conformidad entre sus propios miembros.
 En 1951, Solomon Asch se puso como meta identificar y cuantificar el grado en que el juicio individual afecta la paz dentro del grupo.

El ambiente fue especialmente desarrollado para el experimento. Muy resumido resultó que tras la respuesta equivocada de un sujeto a un cuestionario, se le solicitó a un grupo de estudiantes universitarios que emitieran su propio juicio acerca de lo que pensaban. El 50% dió la misma respuesta equivocada. Sólo el 25% se privó de dejarse llevar por las respuestas equivocadas, mientras que el 5% siempre fue con la mayoría de la gente.

Con este interesante experimento se probó que LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS PREFIEREN IGNORAR LO QUE REALMENTE SABEN PARA IR CON UNA FALSEDAD SI ESTÁN EN UN GRUPO QUE INSISTE EN QUE EL ARGUMENTO ERRÓNEO ES VERDADERO.

 ¿Qué más puede hacer la gente bajo la influencia de un grupo?

Instrumentos básicos del AUTOCONTROL


FUENTE: www.efdeportes.com

sábado, 18 de agosto de 2012

SUFISMO: EL CAMINO DEL AMOR

"Conocí el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia; juzgué y fui juzgado, pasé por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno; y al fin reconocí que yo estoy en todo y todo está en mi".




                                                              Hazrat Inayat Khan

domingo, 12 de agosto de 2012

JAMES PARKINSON

Deterioro cognitivo y demencia en la enfermedad de Parkinson
En los escritos originales de James Parkinson (1817), se concluye que tanto los sentidos como el intelecto se encuentran dañados en esta enfermedad. Actualmente se puede constatar que los cambios en la función cognitiva y la conducta son frecuentes y forman parte integral de la presentación clínica de esta enfermedad.
El deterioro cognitivo sutil en la forma de enlentecimiento del pensamiento (bradifrenia) y en la dificultad en el hallazgo de las palabras adecuadas se produce en la mayoría de los pacientes. Esto no resulta muy significativo para el que lo padece, ni para sus familiares, dado que no dificulta sus actividades de la vida diaria ni el ejercicio de sus responsabilidades.
La DEMENCIA se refiere a un deterioro cognitivo de tal magnitud que obstaculiza las actividades cotidianas o disminuye la calidad de vida, presentándose como un síndrome de declinación global del intelecto, la memoria y la personalidad (incidencia del 20% al 44% de los pacientes). Es más común en pacientes con inicio tardío de la enfermedad (después de los 65 años). Suele hacerse evidente varios años después del inicio de los trastornos motores y con frecuencia toma la forma de dificultades de la memoria que responde a claves externas, dificultad para la planificación, distracción, enlentecimiento del pensamiento y falta de motivación.
La PSICOSIS afecta aproximadamente a un tercio de los pacientes con Parkinson, usualmente se manifiesta como sueños vívidos, alucinaciones, delirio y, en casos graves, como psicosis confusional; reduce drásticamente la calidad de vida, desencadena situaciones más traumáticas para la familia y provoca internaciones más tempranas en geriátricos y van asociadas al deterioro cognitivo. Las alucinaciones se producen en momentos en que hay poca luz (atardecer) y en la transición de un estado de conciencia a otro (al despertar). Las alucinaciones más comunes son con gente pequeña (figuras liliputienses), niños y animales. A medida que se tornan más vívidas, se pierde la capacidad de tomar conciencia sobre la irrealidad de percepción; de esta manera, el paciente puede encontrarse imposibilitado de distinguir experiencias reales de otras, alucinatorias. También puede producirse delirio paranoide y confusión.
Tomografía por emisión de positrones en un cerebro afectado de Parkinson.

sábado, 11 de agosto de 2012

SÍNDROME CONFUSIONAL AGUDO

Por cuestiones de tipo personal, mi curiosidad y ganas de entender un poco más el tema de los trastornos cerebrales, me lleva a estudiar uno de ellos y a seguir impactada por el desconocimiento que aún hoy tenemos sobre este increible órgano y en cómo la mayoría de estos trastornos no nos impresionan hasta que los vivimos de cerca y en personas a las que queremos tanto...

El delirium o síndrome confusional agudo no es sólo un síntoma, implica  una alteración de la conciencia y por tanto una disminución de la capacidad de identificar y reconocer el entorno, ocasionado siempre por causa orgánica (entendiendo por causa orgánica una enfermedad médica o efectos de alguna sustancia o tóxico).  Secundariamente a la alteración de la conciencia puede existir afectación de otras funciones cognoscitivas, como una  alteración del pensamiento (delirio), alteración de la percepción, de la memoria, de la afectividad, etc.
Los ancianos tienen mayor riesgo de presentar un delirium por distintos factores (polimedicados, “envejecimiento cerebral”, déficit sensoriales, aislamiento, cambios de entorno habitual). Todos estos factores se combinan entre sí y cualquier desencadenante puede actuar sobre ellos y producir un cuadro de delirium.
Las causas desencadenantes de delirium son:
  • Desequilibrio metabólico: hipoxia, hipercapnia, hipoglucemia, enfermedad renal, enfermedad hepática, alteraciones equilibrio ácido-base, electrolíticas, etc.
  • Endocrinopatías: hipotiroidismo, hipertiroidismo, hiperfunción suprarrenal
  • Estados febriles
  • Déficit vitamínicos: vitamina B12, folatos y Tiamina
  • Estado postoperatorio
  • Procesos cardiovasculares: hipotensión, crisis HTA, insuficiencia cardiaca.
  • Lesiones del SNC: ACVA, aneurismas, convulsiones , TCE etc.
  • Infecciones
  • Deprivación sensorial o sobre estimulación: sordera, defectos de refracción.
  • Fármacos: anticolinérgicos, anticonvulsivos, antihipertensivos antiparkinsonianos, antipsicóticos, glucósidoscardacos, Cimetidina, clonidina, Disulfiram, insulina, opiáceos, fenciclidina, Fenitoína, ranitidina, salicilatos, sedantes e hipnóticos, esteroides.
  • Tóxicos y drogas: alcohol, monóxido de carbono, etc.
    Un error importante y nada raro en la clínica diaria es la confusión del  delirium con el empeoramiento o la exacerbación de una demencia.

    FUENTE: fisterra.com (Atención primaria en la red)