Cuando uno ve las montañas, una cordillera tras otra con el azul del atardecer, o cuando el sol las ilumina en el alba de la mañana, la reacción es de un gran silencio...
esa belleza...esa inmensa grandeza, su majestuosidad, hace que uno permanezca, esté, en completo silencio.
El impacto de la belleza, al ver algo tan extraordinariamente grande, de tanta profundidad y magnitud, eclipsa por un momento todos nuestros problemas, el "ego" desaparece y cuando el ego no está presente, hay gran belleza.
FUENTE: Krishnamurti (esencial).
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