Las huellas digitales somos nosotros mismos, nuestra vida online.
Las sombras digitales son lo que otras personas publican sobre nosotros.
Mucha más información sobre ti que algunos tests o cuestionarios, eso facilitas y es algo que están sabiendo aprovechar muy bien algunos Departamentos de Recursos Humanos, cuando utilizas las redes sociales. Tanto con lo que haces, como con lo que dejas de hacer.
Con un sencillo seguimiento de publicaciones, tú solo/a, dibujas un patrón de tu personalidad. Vamos dejando un rastro sobre nuestros intereses, aficiones, amistades y trabajo. Queremos ser y queremos estar.
Así tenemos a algunos que sin pensarlo dos veces dan la cara, publican y se definen. Son los más sinceros, valientes, inconscientes, impulsivos, seguros de sí mismos y a los que generalmente les preocupa bastante poco la opinión que sobre ellos tengan los demás.
Otros en cambio, muestran una imagen de cómo les gustaría ser, del tipo: vendo consejos que para mí no tengo. Muestran la realidad, o más bien como ésta les gustaría que fuera.
Y un grupo muy numeroso se limita a observar. El voyeurismo inunda las redes, así no se arriesgan a mostrarse como son.
Realmente dejamos una profunda y significativa huella y me repito, con lo que hacemos, pero también con lo que dejamos de hacer.
“Todos somos pequeñas
celebridades digitales”. Erik Qualman.
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